04 de mayo, 12:39 am
Hoy es una de esas
noches en las que no encuentro el sueño, me pierdo en mis pensamientos buscando
conciliar el sueño e inevitablemente te encuentro ahí, el por qué no lo
resuelvo aun, pero ahí habitas, es que es inevitable no pensarte, aunque sea en
un fragmento del día me saluda tu recuerdo y tontamente le correspondo con una
sonrisa, si tan solo comprendieras lo inmarcesibles que pueden ser a veces ciertas
cosas, para mi tú eres una de ellas y ni siquiera lo sabes, no tienes ni idea, vivo
en una constante lucha porque deje de ser así, pero dime ¿cómo eliminas algo
que nunca existió?... te escribo y quizá nunca sepas que lo hice, quizá nunca
sepas que dediqué unos cuantos minutos de esta madrugada a tu recuerdo, minutos
que parecen no querer concluir si se trata de evocar lo que fue tu presencia en
mi vida…
Debo suponer que
todo lo dicho en esta última carta ya lo sabias, pero tranquilo, no es mi
intención transgredir mi promesa de alejarme, jamás haría algo que pueda
causarte daño, solo quería abrirte por última vez mi corazón, es la única forma
que encuentro para dejarte salir de mi ser… Sé que el inexorable paso del
tiempo pondrá las cosas en su lugar, pero mientras ese momento llega quiero que
sepas que sueño con verte feliz y sé que así será porque lo mereces…
bendiciones infinitas.
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